Cristina Fernández: “Si peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera"

La ex presidenta de la Nación y precandidata a vicepresidente por el Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner, realizó este sábado una nueva presentación de su libro “Sinceramente”, la última previa a las PASO. Fue en el estadio Direct TV Arena, en la localidad de Malvinas Argentinas, y con la presencia en primera fila del líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

A él se refirió la senadora nacional en dos oportunidades durante su presentación, aunque sin nombrarlo por su nombre. La primera, cuando destacó la presencia del primer candidato a diputado de su lista en la provincia de Buenos Aires para pedirle una legislación especial para condicionar el endeudamiento de los futuros gobiernos; y la segunda, sobre el final, cuando reivindicando al kirchnerismo se refirió a “los compañeros de la provincia de Buenos Aires de los que nos habíamos distanciado”.

En ese sentido concluyó precisamente su presentación remarcando que “ya nos dimos cuenta que cuando nos peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera”, en el vídeo del canal de YouTube CAGL.tv

La cita tuvo la particularidad de presentar finalmente la fotografía que mostró a Cristina Kirchner con Sergio Massa. La misma se tomó en la previa de la presentación y mostró a la ex presidenta junto a su otrora enconado rival, con Axel Kicillof a la derecha de Cristina y en los extremos a Malena Galmarini de Massa y a Verónica Magario, compañera de fórmula de Kicillof para la gobernación.

Con un marcado tono crítico a los gobiernos nacional y provincial, la presentación se inició con elogios de la ex mandataria al precandidato a gobernador del Frente de Todos, que se repitieron a lo largo de la presentación. Al principio, para destacar un video de Kicillof que ella puso en sus redes sociales y destacó que allí su ex ministro “contaba que había estudiado economía para entender la realidad, y que ahora hace política para transformar esa realidad”.

Y lo trajo a cuenta “en tiempos en donde las cosas que nos pasan a los argentinos las quieren explicar a través de fenómenos meteorológicos o túneles”, dijo con ironía, y agregó que “ahora viene la versión fluvial, en la que dicen que estamos en el medio del río… Yo quiero discutir si estamos en el medio del río, porque cuando Macri llegó al Gobierno y Vidal a la gobernación, los argentinos, los bonaerenses, estábamos en tierra. Todos estábamos en tierra: los empresarios en sus empresas, los comerciantes en sus comercios; los chicos iban al colegio a estudiar, no a comer, recibían su netbook; los científicos estaban en el Conicet, en los laboratorios, en el INVAP, programando el Arsat 3… Todos estaban en tierra y haciendo sus cosas y viviendo su vida”.

“Y de repente, ya que de fenómenos meteorológicos quieren hablar, vino el tsunami de la política, que es un verdadero tsunami sobre la vida de todos y todas, porque nadie anda en la mitad del río salvo que tengas un yate o un velero”, remarcó Cristina Fernández.

Agregó la autora de “Sinceramente” que “la vida en la tierra es una vida de dificultades, la vida son problemas y dificultades, pero me parece que estos problemas: el no saber cuándo voy a volver a comer cuatro veces al día, el de no saber si mis hijos se van a quedar acá o algunos están programando irse del país, como científicos o profesionales; los pibes que van al colegio porque reciben comida en lugar de libros o netbooks; los jubilados, que tenían sus remedios…”.

Así las cosas, lamentó que “tengamos que volver a discutir cosas que ya estaban resueltas”, y aludió entonces a “la Argentina del cangrejo”, en la que se dan tres pasos para adelante y cinco para atrás… “Te juro que yo sinceramente creí que había cosas que ya estaban fuera de discusión en la Argentina: que la gente pueda comer, pagar los servicios, la luz, el gas, siento en eso el retroceso”.

Habló entonces de la necesidad de “volver a discutir y a solucionar” cosas que según ellas estaban ya resueltas, y advirtió que “muy pocos deben estar en desacuerdo con que le demos solución” a esos problemas y advirtió que “los más chiquitos, los que más se llevaron, que miren un poco a su alrededor y si no miran… deberemos hacerlos mirar para que las cosas retornen a la normalidad en la República Argentina… No es justo, no es bueno”.

A continuación, la mandataria se refirió al tema de la deuda y reivindicó la primera reestructuración de deuda que hizo Néstor Kirchner, con Guillermo Nielsen -cuya tarea resaltó-, con Roberto Lavagna como ministro de Economía y Alberto Fernández como jefe de Gabinete. “Néstor decía que no podíamos comprometernos a pagar algo que no permitiera que la economía creciera”, remarcó, recordando que “se le pagó al Fondo Monetario, se pagó a los tenedores de bonos, salvo al pequeño grupo que quedó”, en referencia a los holdouts.

En ese sentido destacó los dichos de su compañero de fórmula esta semana en referencia a las Leliq. “Porque nadie sabía por ejemplo que en la Argentina se emitían unos papelitos por los cuales a los bancos se les pagan unas tasas formidables que representan en intereses el presupuesto de esta provincia de Buenos Aires, o dos presupuestos de la provincia de Santa Fe. Y creo que Alberto tuvo la centralidad de colocar precisamente en el centro del debate lo que es el corazón de este modelo: un modelo de especulación, donde ganan los bancos y pierden todos los demás. No puede sobrevivir ninguna sociedad con tasas del 60, 70, 80%, porque finalmente termina reventando todo”.

Cristina sostuvo que Alberto Fernández “está proponiendo cómo resolverlas para salir una vez más, porque es verdad que estamos en el medio del río, pero me parece que los salvavidas no los tienen ellos”.

Tras quejarse que recurrentemente la Argentina vuelva a caer en crisis recurrentes de su deuda, dijo a continuación que “además de abordar la solución de este problemón, deberíamos ponernos los argentinos de acuerdo en cuanto a qué tipo de endeudamiento se puede recurrir en la República Argentina. Porque está bien endeudarnos si es para infraestructura, para transformar la Argentina y tenemos posibilidades de pago; pero para hacer la bicicleta financiera y que vengan a poner los dólares, pesos y se los llevan, es criminal...”.

Arrancó a continuación hablando como senadora que es, pero enseguida se enmendó, pensando ya como titular del Senado, que quiere ser: “Yo creo que deberíamos, deberían los legisladores, ahí lo veo a Sergio, que es nuestro primer legislador por la provincia de Buenos Aires, creo Sergio, y otros compañeros, que deberíamos pensar en algún mecanismo… No podemos estar librados a la mano de cualquiera que se le ocurra, en virtud de que gana una elección, hacer cosas que comprometan a generaciones y generaciones de argentinos… No me parece justo, algo hay que hacer con esto para que no vuelva a pasar”.

Palos a Lousteau

También se permitió Cristina referirse a otro de los temas de la semana, como fue la polémica entre Alberto Fernández y Martín Lousteau, cuando este último salió a cruzarlo por sus referencias a las Leliq y el ex jefe de Gabinete le tiró con la 125. Al explicar la reacción de su compañero de fórmula, contó que le había dicho que se había acordado de una reunión en la que Lousteau propuso “la famosa resolución 125 de retenciones móviles”.

“El que me la trajo fue él, que era ministro de Economía”, recordó CFK, asegurando que Alberto le preguntó si estaba seguro de lo que sugería y si había hablado con las entidades rurales y si ellas estaban de acuerdo. Según Cristina, Lousteau contestó: “Sí, sí, están de acuerdo. En realidad, lo que les importa a ellas son las retenciones del trigo y el maíz, las de soja no les interesan”. “Después vino el maremágnum”, añadió la ex presidenta, asegurando que “Néstor estaba muy enojado”.

“Alberto me decía: ‘te juro que me salió de las tripas’, no me voy a poder olvidar nunca lo que significó políticamente aquello. El inicio de nuestras diferencias con Alberto por cómo se fue abordando la situación… Y cuando éste vino a darnos recomendaciones de economía, bueno, hasta acá llego con mis buenos modales”, resumió Cristina.

Luego volvió a revindicar a otro de sus exministros de Economía, Axel Kicillof, recordando su negociación con el Club de París, y la que manejó para obtener una resolución de la ONU sobre la deuda soberana de los países. Ahí fue que habló de la necesidad de los gobernantes de tener “sensibilidad”, pero también “capacidad”, porque “abordar las problemáticas en nuestro país y en el mundo requieren de mucha capacidad”. Y en ese sentido sostuvo que eso es lo que necesita la provincia de Buenos Aires: “Yo creo que si la provincia estuviera conducida por alguien que también conociera lo que es la macroeconomía y articulara con lo que es la Nación. Creo sinceramente, y no es para parafrasear a la publicidad oficial, que con eso somos imparables en serio”.

Una y otra vez elogiado por Cristina Kirchner, el candidato a gobernador del kirchnerismo estaba también en primera fila, mientras ella insistía en hablar de la deuda y adelantaba que “vamos a tener que poner un gran esfuerzo para superar estos intentos enfrentamientos, divisiones de la sociedad, porque van a venir tiempos difíciles”.

“Esta deuda monumental que han contraído, más que un plan Marshall, más que la deuda que se contrajo durante la dictadura militar… Esto va a requerir un gran espíritu de convocar a la unidad nacional, independientemente de lo que digan o hagan los dirigentes, tenemos que convocar a todos los argentinos a una tarea que todos sabemos no va a ser fácil, pero con la certeza de que lo vamos a hacer defendiendo los intereses de la gente y lograr que la gente vuelva a ser feliz en la República Argentina”.

Cristina Fernández de Kirchner cerró su mensaje afirmando que “hemos podido una vez desendeudar a la Argentina, hacerla crecer, con aciertos y errores… No es que acertamos en todo, también nos equivocamos. En definitiva, si hay que pedir disculpas porque alguien se sintió ofendido, la pedimos, pero eso sí, nunca le erramos en la defensa de los intereses de los argentinos, ahí acertamos siempre. Así que, con mucha fe y mucha esperanza pese a las dificultades, estoy absolutamente convencida de que los compañeros y las compañeras de la provincia de Buenos Aires, y de todo el país, los que nos habíamos distanciado y nos volvimos a juntar porque sabemos que mucho más importante que nuestras diferencias es la Argentina”.

“Los que por ahí privilegiamos nuestras discusiones, nuestras peleas, quiero decirles que ya nos dimos cuenta que cuando nos peleamos entre nosotros nos devoran los de afuera. Así que a trabajar y mucho”, concluyó en pleno tono de campaña.